La química es llamada a menudo «ciencia central» por su papel de conexión
en las otras ciencias naturales, relacionándose con la física por medio de la fisicoquímica,
la biología mediante la bioquímica, la astronomía a través de la astroquímica, la geología por
vía de la geoquímica, entre otras. La mayoría de los procesos químicos se pueden estudiar directamente
en el laboratorio, usando una serie de técnicas a menudo bien establecidas, tanto de manipulación de
materiales como de comprensión de los procesos subyacentes. Una aproximación alternativa es la proporcionada
por las técnicas de modelado molecular, que extraen conclusiones de modelos computacionales.